- “Aprendiendo juntos” porque aprendemos todos de todos: los alumnos de los maestros, los maestros de los alumnos, de las familias, de las religiosas, del entorno...
- “Conozcamos nuestras raíces ...” porque hay dos razones por las cuales se fundó la escuela que debemos no olvidar. La misión de las Religiosas Franciscanas Misioneras era acoger y dar una buena educación al sector de la población que, a finales del siglo XIX, más lo necesitaba, y por eso vinieron a Vilassar de Mar a fundar una escuela de niñas. Y la escuela está en Vilassar porque sus habitantes así lo han querido, primero haciendo las gestiones oportunas para que las religiosas accedieran a su petición y durante todos estos años, porque han seguido confiando la educación de sus hijos e hijas a este centro escolar.
- “... para construir un futuro mejor” porque fieles a las dos razones antes mencionadas, a pesar de los cambios en la sociedad, las mejoras en educación en nuestro país y en nuestro pueblo, hay que seguir teniendo las puertas abiertas a aquellos sectores de la población que más lo necesiten, además de ir renovando día a día nuestro compromiso con el pueblo que nos acoge, participando activamente en su vida social y cultural para fortalecer el arraigo al entorno y así enseñar a nuestros alumnos a querer Vilassar de Mar.
Vivimos en un mundo cada día más grande y cada día más cercano. Vivimos en un mundo en que la ciencia y la técnica avanzan prodigiosamente y sus adelantos nos sorprenden y nos cautivan. Vivimos en un mundo en que los valores personales y sociales cambian y evolucionan. Por eso, educamos a nuestros alumnos para el mundo de hoy y en el mundo de hoy pero cómo que creemos en el futuro a pesar de que no sabemos cómo será cuando nuestros alumnos se tengan que afrontar, nuestro objetivo es fortalecer sus raíces porque si estas raíces son profundas, los valores interiorizados y los hábitos logrados les permitirán ser personas que superan las adversidades y disfrutan del día a día.
Desde el día de la fundación de la escuela, aquello que nos define es que somos una escuela familiar, abierta, integradora, solidaria y comprometida.
La comunidad educativa actual, con más personal laico que religioso, hemos cogido el relevo a aquellas cinco religiosas que empezaron el trabajo y siguiendo su ejemplo, hemos consolidado una manera de “hacer” y de “ser” que nos guía en nuestro día a día y nos tiene que permitir seguir educando personas libres, críticas, responsables y preparadas para un mundo tan cambiante.